ARGENTINA, LA TORMENTA PERFECTA, CONTINUACION
ARGENTINA,
LA TORMENTA PERFECTA, CONTINUACION
“LOS
PLANES DE ESTABILIZACION”
En el artículo anterior, mencioné
reiteradamente el término ajuste. Creo indispensable definir sus
características para entender claramente de que estamos hablando
Los “planes de estabilización”
nombre elegante de esta política, utilizados ya varias veces en la Argentina, definen
varios objetivos esenciales
- a) Devaluación importante de la moneda para:
a.
Evitar mayores presiones sobre el dólar y evitar
futuras corridas
b. Licuar, mediante la inflación subsecuente, los
gastos fijos del estado; sueldos, jubilaciones, subsidios, etc.
- b) Eliminar el déficit fiscal, recortando todos los gastos posibles, más allá de los descritos en el punto anterior. Despidos de trabajadores del estado, supresión de subsidios tanto a las personas como a la energía y el transporte, etc.
- c) Eliminar la emisión de dinero por la falta de la necesidad de financiar un déficit presupuestario que se cortaría con estas medidas.
LAS PRIMARIAS Y LAS LUCHAS POR LAS CANDIDATURAS
Tenemos que tener en cuenta que
este proceso de elecciones primarias es por decir lo menos, curioso. Solo se
discuten personas, no se habla de ideas. Nadie puede decir, a ciencia cierta,
lo que proyecta hacer cada candidato y, por lo tanto, que lo diferencia a uno
del otro.
No es casual, tanto los
candidatos de Juntos por el Cambio como los del Frente de Todos, poco más o poco
menos, están de acuerdo con este programa. Porque cualquier otro que se
proponga, debería afectar los intereses más profundos del establishment y
ninguno de ellos tiene el menor interés en hacerlo.
Por supuesto que es un tema tabú
porque, en vísperas de elecciones el que menciona que va a echar a la calle a
decenas de miles de empleados públicos o a reducir las jubilaciones va a perder
votantes y, con ello, el proceso electoral.
El otro tema que divide a las candidaturas
son las ambiciones de los distintos caudillos que se disputan el acceso al
poder, para ellos y su grupo, sin mayor disimulo.
QUE LA DEVALUACIÓN LA HAGAN LOS OTROS
Además, el actual oficialismo,
hace todo lo que puede, hasta lo casi imposible por tratar de llegar hasta
diciembre, fecha de cambio de gobierno, sin tener que tomar medidas
“impopulares”, esperando que sea la oposición quien las tenga que adoptar, en el
caso probable que gane las elecciones,
Por su lado, Juntos por el
Cambio, intenta forzar que este gobierno tenga que hacer el “trabajo sucio” que
les ahorre el futuro desgaste e impopularidad si ellos son los que tienen que
tomar tales medidas.
Las diferencias entre frentes y
candidatos se resumen en la velocidad e intensidad de la aplicación de los “planes
de estabilización” que van en un arco iris de hacerlo de inmediato, sin contemplaciones
del ultraderechista Milei a desarrollarlo progresivamente y negociando con los
dirigentes sindicales para evitar que las movilizaciones en defensa del nivel
de vida los puedan desbordar, como lo viene haciendo el actual ministro de economía
Sergio Masa.
Todos recuerdan que, en el 2001,
con la crisis que originó la salida de la paridad 1 a 1 con el dólar, hubo
movilizaciones tan masivas que el presidente del momento tuvo que salir del
palacio de gobierno en helicóptero ante el riesgo que la multitud lo invadiera
e hiciera justicia de manera sumaria. La elite gobernante ante la convulsión,
estuvo tan confundida que se instalaron tres presidentes en pocos días.
EN EL FONDO, EL TEMOR AL DESBORDE POPULAR
Existe, sin dudas, un temor que,
si se ajusta muy rápido, puedan surgir estallidos sociales de magnitud
impredecible.
El proyecto de hacer que los
sectores mas vulnerables, los de ingresos fijos, sean lo que tengan soportar el
peso de las privaciones, en estos días puede verse alterado por las movilizaciones
masivas en la provincia de Jujuy, al norte, en la frontera con Bolivia.
Encabezados por los docentes
estatales, han salido a las calles a reclamar aumentos salariales que les
compensen la inflación.
Este proceso, que se encuentra en
desarrollo al escribirse esta nota, seguramente tendrá influencia en el proceso
electoral inmediato.
Las medidas arriba mencionadas,
son claramente recesivas. Si se reduce significativamente la capacidad de
consumo, también lo hace la producción.
En este caso, asimismo, cae la
recaudación fiscal por la disminución de la actividad económica por lo que
luego de las reducciones iniciales en el gasto público, hay que hacer una nueva
rueda de ajustes para compensar los menores ingresos al fisco. En consecuencia,
su efecto negativo es doble.
OTRO PROBLEMA SIN SOLUCIÓN, LA DEUDA DEL BANCO CENTRAL
El gobierno que asuma en
diciembre, además de controlar la inflación, que ya vimos de que se trata,
tiene otra tarea importante y complicada
El Banco Central para absorber el
exceso de liquidez provocado por la emisión, ha emitido documentos de deuda que
fueron colocados en el sistema bancario (es decir ha tomado prestado), las
conocidas Lebacs, Leliqs o similares. A fines de diciembre del 2022, alcanzaban
la suma de $Arg. 13 billones (leen bien, billones) equivalentes, en ese momento
a unos U$S 60 mil millones. Esto significa, aproximadamente el 60% de los depósitos
en soles del sistema bancario y ganan un interés cercano a la inflación. Es
público que en lo que va del 2023 la emisión continuó y también las letras de
control de liquidez
No hace falta ser muy conocedor
para entender que semejante deuda, también es impagable. Por lo tanto,
cualquier solución que pueda implicar licuar este inmenso crédito, llevará
inevitablemente a disolver también los depósitos de millones de ahorristas o
quebrar a todo el sistema bancario. Con los gobiernos que conocemos es evidente
cual será la opción que se tome. Si por
desgracia eso sucede, veremos como se van a echar la culpa aquellos que tomaron
la deuda y originaron el problema y los que liquiden los depósitos de quienes
ahorraron.
LAS POLITICAS DISTRIBUTIVAS
Mucha gente cree firme y sinceramente
que no ha habido gobiernos mejores que aquellos que han incrementado la
distribución del ingreso. En Argentina, por ejemplo, no habría quien supere
tanto al primer gobierno de Perón como a los gobiernos de Néstor y Cristina
Kirchner. Por supuesto tienen su parte de razón, no son ilógicos. En tales
mandatos, la población vivió claramente mejor, tuvo acceso a buenos sistemas
educativos y de salud gratuitos, ha habido planes habitacionales que le
permitieron acceder a la casa propia, los subsidios permitieron energía y
transportes baratos, hubo más oportunidades de trabajo, más y mejores
jubilaciones. Eso es innegable. Eso es bueno, por supuesto que sí.
Sin embargo, lo que no consideran
es que tales facilidades se han podido otorgar en periodos de gran bonanza económica.
En la segunda mitad de la década de los 40, el boom del precio de las materias
primas originado en la reconstrucción de la posguerra. Del 2003 al 2013 en los
precios exuberantes por la demanda de commodities por parte de China. Una vez finalizada
la mejora de los términos del intercambio, cuando la economía retorna a la “normalidad”,
dentro del sistema económico actual, esas políticas se vuelven insostenibles. Estos
criterios son excelentes, pero transitorios. La experiencia histórica indica
que luego de una etapa de expansión sobreviene, inexorablemente, una severamente
contractiva.
¿SE PUEDE CONTROLAR LA FUGA DE CAPITALES?
A mi juicio, el elemento que
determina el estancamiento y la decadencia de la economía argentina es la
enorme fuga de capitales al exterior. Los cálculos más razonables la estiman en
más de U$S 350 mil millones y sigue sumando.
Suponiendo que un puesto de
trabajo medianamente tecnificado requiera una inversión de digamos U$S 100 mil,
el dinero extraído del proceso económico equivale a la creación de unos 3,5 millones
de puestos estables de trabajo.
Sino se controla “ese descontrol”
es inútil cualquier esfuerzo por mejorar la inversión, el empleo, disminuir la
informalidad y demás. Es como intentar llenar de agua un barril sin fondo, no
hay caudal suficiente que lo resuelva.
Para poner coto a este fenómeno,
se requiere indispensablemente, por lo menos, dos medidas: 1) Control estricto
del comercio exterior ya que a través de distintas maniobras con la facturación
se originan las fugas y 2) Control del sistema bancario, que es el vehículo a
través de la cual se concreta.
Sin duda que cualquiera de estas
medidas altera profundamente las relaciones con el establishment y por
supuesto, ni el Juntos por el Cambio ni el Frente de Todos están dispuestos de
manera alguna a chocar con quienes, al fin de cuentas, son sus representados.
Silvio Dragunsky Genkin
Lima, junio 12 de 2023
silviodragunsky.blogspot.com
Comparto totalmente!
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