¿LOS ILEGALES PUEDEN LLEGAR A TOMAR EL PODER?
¿LOS ILEGALES PUEDEN LLEGAR A TOMAR
EL PODER?
DESINDUSTRIALIZACION
Y CONCENTRACIÓN DE RIQUEZA
El mundo laboral se ha transformado.
Hay un proceso de desindustrialización generalizado, las industrias nacionales
no pueden competir con fábricas inmensas y con la última tecnología
Desde la caída del muro de Berlín
y de la Cortina de Hierro, el mundo ha cambiado. El mercado de bienes y
capitales se ha vuelto mundial de verdad, abarca al mundo entero, China se ha
transformado en la fábrica de productos universal. La sobreabundancia de dinero
ha desarrollado un mercado financiero incalculable.
El mundo laboral se ha
transformado. Hay un proceso de desindustrialización generalizado, las
industrias nacionales no pueden competir con fábricas inmensas y con la última tecnología. Por otro lado, los trabajos que antes
fueron permanentes, con personal muy especializado, ahora son temporales,
precarios, se contrata gente cuando hay pedidos y luego se los despide.
En tanto, los países subdesarrollados
se vieron beneficiados por el boom del precio de las materias primas, producto
del crecimiento explosivo de China desde el 2003 hasta el 2013. Luego de esa
bonanza, sobrevino el estancamiento y el endurecimiento de las condiciones de
vida para la mayoría de la población.
Como consecuencia de estos
fenómenos, hemos entrado en la nueva dinámica económica mundial: La aguda
redistribución del excedente económico, la concentración de la riqueza. Los
países más ricos se han hecho muchísimo más ricos y en cada país se repitió el
proceso. Las grandes fortunas crecieron desmesuradamente mientras que la
pobreza y la miseria volvían a cifras que solo teníamos referencias de la
historia.
MARGINACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA
Al mismo tiempo, hay un
crecimiento demográfico y un incremento de la expectativa de vida lo que se
traduce en un incremento de la mano de obra dispuesta (y necesitada) de acceder
a un puesto de trabajo, que es cada vez más escaso. Vemos que hay una
disminución de la demanda y un incremento de oferta de trabajo que hace que cada
vez haya más personas desplazadas de la economía formal y cuyo único recurso
para sobrevivir, junto con sus familias, es recurrir a la actividades
informales o ilegales.
Vemos como en las ciudades se
llenan de actividades diversas de sobrevivencia, guardianías de calles,
lavadores de automóviles, recicladores de desechos industriales o domésticos,
de cargadores de bultos en los mercados, comerciantes ambulantes con un capital
mínimo y mil actividades más que tienen como rasgos comunes inversión mínima o
nula, productividad muy baja e ingresos que cubren muy escasamente las
necesidades básicas.
INFORMALIDAD E ILEGALIDAD
En los últimos años han crecido de manera
exponencial otras actividades. Las ilegales. Cultivo, procesamiento, transporte
y/o comercialización de drogas, minería ilegal, especialmente de oro, tala en
zonas protegidas, pesca en zonas o períodos prohibidos, contrabando
En otra escala, por lo menos en
Perú, se ha desarrollado, sin límites, el transporte urbano e interprovincial
informal, sin la menor norma de seguridad; la educación primaria, secundaria y
universitaria que no cumplen los requisitos mínimos de calidad aceptable, la
producción y el comercio en gran escala en negro y muchas otras actividades
económicas fuera del régimen económico formal.
Pero eso no es suficiente. En los
últimos años han crecido de manera exponencial otras actividades. Las ilegales.
Cultivo, procesamiento, transporte y/o comercialización de drogas, minería
ilegal, especialmente de oro, tala en zonas protegidas, pesca en zonas o
períodos prohibidos, contrabando, que ya dejaron de ser hechos delincuenciales,
ahora son verdaderas ramas de producción que sostienen la vida de centenares de
miles de familias, sobre todo en áreas rurales, que no tienen acceso a otras
maneras de ganarse la vida.
Una de las consecuencias, es que
por su importancia económica y de contención social, el Estado no puede
reprimirlas seriamente. Hace algún que otro operativo puntual, para poder
publicar alguna fotografía, pero nunca detiene a ningún cabecilla ni accede a
la cadena de blanqueo de dinero.
Para tener una idea de la
magnitud que pueden alcanzar las actividades ilegales, en Perú, si bien por su
naturaleza es imposible registrar estas operaciones, los especialistas calculan
que llegan a aproximadamente al 5% del PBI. Si a esto se le suma la
defraudación en el manejo del presupuesto del estado, que según la Contraloría
General de la República es del orden del 13% del mismo presupuesto, equivalente
a unos 3% del PBI adicional, podemos asumir que no menos del 8% del PBI
proviene de actividades económicas delictivas. Me permito suponer, que, por
informaciones periodísticas, en países vecinos, poco más o menos, este
desarrollo tiene similitudes significativas.
ESTAN FUERA DE LAS INSTITUCIONES REPUBLICANAS
Hay que tener muy en claro, que
además de estar fuera de todas las instituciones legales, esta gente, necesita
de ser de todas maneras, activamente desinstitucionalizadores.
Pero no solo eso. Tienen una base
social amplia y recursos tan grandes que el paso para intentar llegar a tener
resortes de poder es muy corto.
Ahora bien, para que puedan
trabajar tantas personas y mover semejantes fortunas de origen oscuro, es
absolutamente indispensable contar con la complicidad activa o por lo menos el
silencio permisivo, de autoridades políticas, policiales, judiciales y del
ministerio público. Dinero para incentivarlas, es lo que sobra.
Por otro lado, tienen la necesidad
de incorporar grandes masas de dinero a la economía. La banca es parte muy
importante de este proceso. Sea por ignorancia o por complicidad, es eslabón
fundamental de la cadena del lavado de activos.
Hay, como es sabido, múltiples
formas de blanquear capitales. Algunas muy conocidas, como hoteles y
construcción, solo para mencionar las más usadas, sin embargo, tenemos que
entender que en muchas actividades se podría encontrar dinero de origen muy
difícil de explicar.
Estas actividades han generado,
entre otras consecuencias, la creación de un nuevo modo de acumulación de
capitales y de un grupo social que se beneficia de él.
Hay que
tener muy en claro, que además de estar fuera de todas las instituciones
legales, esta gente, necesita de todas maneras, ser activamente
desinstitucionalizadores. Es decir, mueven todas sus influencias y recursos
para reducir o eliminar todas las actividades normativas o de control que estén
a su alcance.
La consecuencia es que muchos
partidos políticos y funcionarios públicos están penetrados por lobistas y
dinero de las actividades ilegales, que influyen directamente en relajar todos
los controles y facilitar tanto las actividades delictivas como la inserción
del dinero negro en la economía formal.
LA DEMOCRACIA DEJÓ DE REPRESENTAR A MUCHA GENTE
Para un número creciente de población
ni los partidos políticos tradicionales ni el Estado los representa, ni, sobre
todo, nadie les ofrece ninguna solución creíble a sus problemas cotidianos.
El sistema de gobierno republicano,
con la famosa separación de poderes y los antiguos partidos políticos conocidos
desde hace décadas, han venido funcionando, con algunos que otros altibajos.
Esta organización estaba adecuada y reflejaba con cierta aproximación a la
sociedad de cada país. El problema es que ahora las sociedades han cambiado. La
cantidad de trabajadores formales no solo ha dejado de crecer sino que se han
reducido tanto la cantidad como el poder adquisitivo de los salarios; han
aumentado notablemente los trabajadores informales, muchos de ellos con
ingresos apenas de supervivencia y también aquellos en situación de pobreza
extrema (término elegante que resulta menos duro que en la miseria), las
actividades ilegales son parte importante de la vida económica del país y por
último no hay voluntad alguna de utilizar los excedentes económicos como manera
de contener los conflictos sociales.
Para un número creciente de
población ni los partidos políticos tradicionales ni el Estado los representa,
ni, sobre todo, nadie les ofrece ninguna solución creíble a sus problemas
cotidianos. Nadie se ocupa que tengan seguridad, agua, electricidad, recojo de
residuos, educación aceptable para sus hijos, salud accesible en los hospitales
públicos. Por el contrario, lo único que ven es corrupción, funcionarios
públicos ostensiblemente enriquecidos y, sobre todo, no solo que nadie se
preocupe por ellos, sino, nadie les ofrece un futuro mejor en el que se pueda
creer.
Ese profundo desencanto con la
política conocida, es aprovechado como oportunidad para una serie de outsider,
que solo con frases estentóreas intentan canalizar la búsqueda de salida de
millones de personas.
En algunos casos, han surgido
algunos que dentro de sus límites han permitido cierta estabilidad y
gobernabilidad, casos Bolsonaro o Boric. En Perú, las cosas han sido más
complicadas y ya tenemos 6 presidentes en menos de 8 años, hasta que, por fin,
los informales e ilegales han llegado al poder.
¿LOS ILEGALES PUEDEN LLEGAR A TOMAR
EL PODER?
Tenemos que estar preparados porque
en la medida que vivimos en democracia, si los desplazados, informales e
ilegales, son cada vez más, se supone que tienen derecho a gobernar, o por lo
menos, tener participación importante en la política y el gobierno.
Si esta línea de pensamiento
fuera correcta, es previsible que esta tendencia de concentración de la riqueza
por un lado y el consiguiente aumento de la pobreza, informalidad e ilegalidad
por el otro continúe y se acentúe.
Eso significaría un aumento de la
cantidad de personas excluidas del sistema económico o solo prendidas
angustiosamente a sus bordes.
La democracia, todos lo
entendemos, es el gobierno de las mayorías sobre las minorías. Pero, a
diferencia de antes que gran parte de la población era parte, de alguna manera,
de la estructura económica vigente; ahora, están fuera y en contra de dichas
estructuras.
Para las personas comunes, los
gobiernos son evaluados por su capacidad de resolverles sus problemas de vida
cotidianos. A mi juicio, esa es la explicación del apoyo masivo de los
salvadoreños a un personaje como Bukele. De muy mala manera, incumpliendo las
normas básicas de DD. HH, mejoró las condiciones de vida de la población que
dejó de ser azotada por la violencia de las pandillas.
Tenemos que estar preparados
porque en la medida que vivimos en democracia, si los desplazados, informales e
ilegales, son cada vez más, se supone que tienen derecho a gobernar, o por lo
menos, tener participación importante en la política y el gobierno.
En consecuencia, las nuevas
condiciones económicas imperantes y los cambios en la estructura social de cada
país, abren toda una etapa de búsqueda de nuevas salidas políticas, de nuevos
gobiernos y mientras tanto se puede avizorar un periodo que podemos prever, de
gran inestabilidad.
Silvio Dragunsky Genkin
Lima, 6 de marzo de 2024
Silviodragunsky.blogspot.com
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