ARGENTINA. LA TORMENTA PERFECTA

 



ARGENTINA. LA TORMENTA PERFECTA

El famoso préstamo del FMI por U$S 44 mil millones, tan mencionado por tanta gente, es solo la consecuencia de los profundos desequilibrios originados por la descomunal fuga de divisas que viene de antiguo y es lo que condena a Argentina al estancamiento y la decadencia

Lo que estamos viendo, sufriendo, mejor dicho, es el agotamiento de un modelo que intentó forzar un supuesto desarrollo económico en base a gasto público y que solo puede funcionar en periodos de gran abundancia económica. Acabada ésta, vuelta la normalidad, esta política se vuelve insostenible

 

En vísperas de las elecciones primarias en Argentina, el mundo político está totalmente dividido. Los dos grandes frentes que se vienen disputando el poder desde hace ya años, están profundamente fracturados, tanto que, hoy día, nadie tiene la seguridad que se puedan presentar unidos para las elecciones generales de octubre de este año.

Además, se han fortalecido los extremos. A la derecha ha surgido un partido libertario, inspirado en el modelo de Trump, que según las encuestas puede llegar a obtener hasta el 30% del electorado. Por otro lado, por la izquierda, el frente trotskista que, en las elecciones provinciales ya realizadas, ha superado sus mejores resultados históricos.

La pregunta que surge inmediatamente es ¿Por qué se ha producido una crisis política de esta envergadura?

LA TORMENTA PERFECTA

 

En estos momentos, Argentina pasa por varias crisis simultaneas, que se retroalimentan

·         Inflación que supera el 100% anual y que nadie sabe cómo hacer para controlarla

·         Déficit presupuestal significativo

·         Una deuda externa prácticamente impagable

·         Una deuda interna cuantiosa

·         Emisión inorgánica casi descontrolada

·         Reservas internacionales netas no solo en 0, sino negativas.

·         Sistema bancario técnicamente en crisis.

·         Precios internos desalineados por la inflación y los subsidios.

·         Pobreza y miseria en aumento continuo, que ya supera el 40% de la población.

¿CÓMO SE LLEGÓ A ESTA SITUACIÓN?

 

Después de la salida de la convertibilidad de la moneda 1 a 1 con el dólar, en el 2001, que originó una conmoción económica y social gigantesca, al asumir la presidencia Néstor Kirchner, en el 2003 se encontró con el boom de las materias primas originada por las compras de China. Así, se produjo el mayor incremento de los términos del intercambio probablemente de los últimos 100 años.

Esta bonanza generó en los 11 años que duró, (2003-2013) un superávit comercial extraordinario, adicional al normal, de cerca de U$S 130 mil millones.

No solo hubo abundancia de divisas, sino también fiscal. La recaudación tributaria creció significativamente al compás del aumento de exportaciones y de utilidades.

LA POLITICA ECONOMICA EXPANSIVA

 

En ese contexto, el gobierno decidió abrir una economía expansiva para tratar de generar un desarrollo del empresariado que trabaja para el mercado local. A tal fin, era necesario incrementar el consumo. Así, hubo aumentos de sueldos, mayor número de jubilados, crecimiento de empleados públicos, subsidios significativos a la energía (Combustibles, electricidad), al transporte, en el supuesto que un aumento de la demanda generaría un incremento de la producción.

La teoría, desde hace casi un siglo, así lo afirma. Inclusive, permite un déficit fiscal acotado y por un tiempo limitado, ya que el esperado crecimiento económico debería cerrar rápidamente la brecha.

LA REALIDAD NO CONFIRMA LA TEORIA.

 

Lo que se escapa de los libros es que el empresariado de los países subdesarrollados, es profundamente desconfiado y tiene mucho temor de los gobiernos que considera “populistas”, por lo tanto, el círculo virtuoso anunciado por Keynes y sus seguidores, se partió. Las utilidades obtenidas, lejos de reinvertirse, fueron depositadas en EEUU o en paraísos fiscales. La respuesta del gobierno, para que no caiga la demanda, fue incrementar la cantidad y velocidad de inyección de dinero a la economía

El empleo privado que creció hasta el 2007, como rebote de la crisis del 2001, a partir del 2008 prácticamente se estancó, aumentando menos que el crecimiento demográfico, lo que significa que el número de desocupados se fue incrementando

Su contracara fue que la formación de capitales argentinos en el exterior creció notablemente. Se estima que durante los mandatos K fugaron del país más de U$S 120 mil millones.

Cuando los precios de las materias primas se normalizaron, a partir del 2014, los ingresos extraordinarios tributarios y de divisas se fueron acabando, pero los gastos aumentaban con lo que el déficit fiscal se fue haciendo cada vez mayor.

EL INTERVALO MACRISTA

 

Mauricio Macri, representante del empresariado más concentrado y de la banca internacional, trabajó para ajustar la economía descargando la crisis, como era de esperar en los sectores más humildes. Prometió, para llegar al poder, que los grandes empresarios y las transnacionales, cuando él llegara al gobierno, harían grandes inversiones, con lo que el país comenzaría a crecer. La vida lo desmintió. La fuga de divisas no solo continuó, sino que se aceleró. En sus cinco años de mandato, salieron del país más de U$S 100 mil millones. El famoso préstamo del FMI por U$S 44 mil millones, tan mencionado por tanta gente, es solo la consecuencia de los profundos desequilibrios originados por la descomunal fuga de divisas que viene de antiguo y es lo que condena a Argentina al estancamiento y la decadencia.

EL PERONISMO DE LAS “VACAS FLACAS”

 

El pueblo harto del gobierno que aplicó sin contemplaciones un profundo ajuste de sus condiciones de vida, en las elecciones, votó con ilusiones a quienes antes le habían mejorado su capacidad de consumo, quienes le aseguraron energía y transportes baratos, esperando poder recuperar lo perdido con el macrismo.

Pero el gobierno de Alberto Fernández ya no se encontró con la caja fiscal rebosante de dinero y el Banco Central lleno de divisas. Por el contrario, encontró las arcas vacías y con enormes deudas.

Estableció un acuerdo con el FMI para refinanciar las deudas comprometiéndose a continuar el ajuste.

Hoy día la población se encuentra desorientada. Los dos últimos gobiernos, los dos frentes electorales que gobernaron los últimos años han conducido el país a la crisis y condenado a millones de personas a la desocupación, a la pobreza y a la miseria. Por lo tanto, la pregunta que se hace cada vez más gente es ¿Y ahora a quien elegimos para que deje de empobrecernos?

 


LA CRISIS POLITICA ESTA DEFINIDA POR EL TEMOR DE LA REACCIÓN POPULAR

 

Todos los sectores empresariales coinciden que la única solución posible para salir de la crisis, es continuar reduciendo las condiciones de vida de los sectores populares. Dicho de manera sencilla, que la crisis la paguen los más pobres.

Las diferencias aparecen cuando hay que decidir cómo se aplica. Los trabajadores argentinos tienen una muy larga tradición de organización y lucha, demostrada a través de muchos años. Hay sectores empresariales que temen que si se ajusta muy rápido pueda haber reacciones populares muy intensas que puedan comprometer la estabilidad del régimen político y económico. Milei y la ultraderecha, sostienen que hay que aplicar un shock inmediato, sin importar el costo social. El macrismo está dividido en una parte que hay que ajustar rápidamente, pero no tanto y el otro que plantea ser más cuidadoso.

Mientras los peronistas apoyan al actual ministro de Economía, Sergio Masa, quien ajusta de a pocos,  negociando y ajustando cuando los reclamos suben de nivel. (Tiene que tener en cuenta hay elecciones en pocos meses y si ajusta mucho, pierden el gobierno)

Por último, este ministro le es funcional tanto al empresariado argentino como al sistema financiero internacional porque al tiempo que reduce la participación de la población más vulnerable en el ingreso nacional, sirve como eficaz barrera de contención de los airados reclamos porque los ingresos diariamente cubren una proporción cada menor de las necesidades básicas.

LAS ELECCIONES NO RESOLVERAN LA CRISIS

Lo que estamos viendo, sufriendo, mejor dicho, es el agotamiento de un modelo que intentó forzar un supuesto desarrollo económico en base a gasto público y que solo puede funcionar en periodos de gran abundancia económica. Acabada ésta, vuelta la normalidad, esta política se vuelve insostenible.

La decadencia o caída, a partir del 2015 en adelante, de todos los gobiernos latinoamericanos que siguieron este modelo en los primeros años de este siglo, solo confirma lo aquí expuesto.

El futuro de la situación argentina, desde mi punto de vista, estará dado por el intento del establishment de continuar con la reducción de las condiciones de vida de la población, con la velocidad e intensidad según la fracción que gane las elecciones y la defensa que puedan desarrollar los afectados por medio de sus movilizaciones. Lo que es casi inevitable, es que después de los comicios, la crisis continuará.

 

Silvio Dragunsky

Lima, 8 de junio de 2023

silviodragunsky.blogspot.com

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