LA CORRUPCIÓN SIEMPRE ESTA DETRAS DE TODOS LOS CONFLICTOS

 




 

LA CORRUPCIÓN SIEMPRE ESTA DETRAS DE TODOS LOS CONFLICTOS

 

                                                   Entonces, una parte muy importante del conflicto que estamos                                                                  presenciando (sufriendo, diría yo) es la lucha encarnizada de                                                                  camarillas, argollas, roscas o como se llamen, que se están                                                                      disputando con uñas y dientes el botín del presupuesto estatal.


NO ES SOLO ANTICOMUNISMO O RACISMO O POLÍTICA

El actual conflicto entre el PE y el PL es abierto, total y lo peor del caso, es que no se le ve final en un tiempo previsible.

Las razones son múltiples, hay un racismo apenas si disimulado contra un maestro de pueblo rural; un anticomunismo trasnochado que haría palidecer de envidia al mismísimo senador McCarthy; una confrontación entre aquellos que quieren mantener las políticas económicas vigentes hace ya 30 años y los que dicen que quieren hacer cambios; etc.

HAY OTROS MOTIVOS MENOS "IDEOLÓGICOS"

Sin embargo, también hay otras razones no tan públicas, pero si muy presentes.

Tradicionalmente, el Perú fue gobernado por un equipo de pocos cientos de funcionarios que siempre rotaban en los distintos puestos de confianza: Viceministerios, direcciones generales, asesores principales, directores de empresas o reparticiones públicas y varios más.

Prácticamente todos ellos egresados de no más de 3 o 4 universidades, socios de los mismos clubes, vecinos de las mismas playas, sus hijos en los mismos colegios. Cuando un ejecutivo de una corporación importante necesitaba una disposición a su medida, siempre tenía el N° de celular a la mano de aquel que la tenía que firmar o por lo menos el de un buen amigo suyo.

Recordemos que hace poco tiempo en los periódicos salió publicado el caso de la ex congresista Luciana León quien organizaba, durante su mandato, reuniones sociales de muy altos funcionarios e invitaba especialmente a empresarios, quienes debían pagar una “entrada” de algunos miles de u$s, para que se conocieran y, con un vaso de whisky en una mano y un bocadito fino en la otra, pudieran lograr sus arreglos.

He aquí que el gobierno de Pedro Castillo cambió todo el elenco. Ahora, la mayor parte ya no son de Lima, ni de universidades de “prestigio”, ni pasan sus vacaciones en playas exclusivas. Ahora son provincianos desconocidos para la totalidad de los empresarios y lobistas.  Por supuesto, eso complica la vida y dificulta los “negocios” de mucha gente. Atención, con esto no quiero decir que los nuevos sean mejores o peores que los antiguos. Solo que son diferentes.

Los actuales están acostumbrados a tratar con los informales y también con los ilegales (productores y traficantes de drogas, los que se dedican a la tala y a la minería ilegal, al contrabando, etc.) tal como lo hacían en sus regiones de origen. Ahora, en el gobierno nacional, continúan haciendo lo que saben o por lo menos, han visto hacer a todos los funcionarios subnacionales que conocen.

LA CORRUPCIÓN EN PERU ES ENDÉMICA

Para ubicarnos mejor en el contexto. Perú, históricamente un país unitario, a fines de los 80 comenzó un proceso de descentralización. Los antiguos departamentos pasaron a llamarse regiones y tuvieron un gobernador y un minicongreso electo por sus habitantes. Con ello, también se desconcentró una parte importante del presupuesto que comenzó a administrarse localmente.

Resumiendo lo que sería una larguísima historia. Actualmente, según la información periodística, hay 24 (de 25) regiones investigadas, procesadas o con sus gobernadores presos o prófugos por enriquecimiento ilícito, malversación de fondos o similares. Hay decenas de gobernadores o alcaldes presos, prófugos o en libertad luego de cumplir condena por temas similares.

Hasta hace un tiempo, Ancash tenía el récord de tener a sus últimos 4 gobernadores regionales presos. Uno de ellos, acusado, también, de mandar a matar al principal dirigente opositor.

No podemos dejar de mencionar que todos los presidentes electos que hemos tenido desde 1985 en adelante, están presos, con extradición pedida o con prisión domiciliaria (excepto uno que se suicidó cuando la policía llego a su casa para apresarlo). Fujimori, Toledo, Ollanta, Kuczynski, tienen cuentas (y que cuentas!!!!) que arreglar con la justicia.

Para terminar de graficar la situación, lo que en cualquier país del mundo sería noticia de tapa, acá es parte de la vida cotidiana. El Ministerio Público, con la asistencia de la Policía, ya allanó tres veces ¡¡¡El Palacio de Gobierno!!!! incautando documentación y computadoras de oficinas contiguas al despacho presidencial (puerta de por medio). Los allanamientos de sedes municipales o de gobiernos regionales ya dejaron de sorprender, son habituales.

Entonces, una parte muy importante del conflicto que estamos presenciando (sufriendo, diría yo) es la lucha encarnizada de camarillas, argollas, roscas o como se llamen, que se están disputando con uñas y dientes el botín del presupuesto estatal.

El nombramiento de sus partidarios en cargos públicos que se supone les asegura lealtades presentes y futuras campañas electorales y las comisiones por favorecer los distintos contratos que se vayan a otorgar son motivo del conflicto sin cuartel. Obviamente, como esos motivos no se pueden decir públicamente, se los disfraza con razones “políticas, ideológicas o morales” ¡¡¡Mira quiénes!!!

En Perú, históricamente, la izquierda electoral tenía la tradición de guardar las banderas de la “decencia”. Barrantes, el ex alcalde de Lima, es posible que haya sido la figura emblemática de esa corriente. Pasados los años, la corrupción se volvió transversal a la política. Corre por igual de izquierda a derecha. Ya hemos visto lo que autoridades de derecha han hecho, pero los de izquierda no son ajenos. El ex gobernador de Cajamarca, Gregorio Santos o la ex alcaldesa de Lima, Susana Villarán, están presos por recibir dinero (y mucho) de contratistas o proveedores del Estado. El mismo Vladimir Cerrón, dueño del partido que llevó a Castillo al poder, está condenado por un asunto de dinero cuando fue gobernador de Junín.

EL MINISTERIO DE SALUD, HERRAMIENTA PARA LAS PROXIMAS ELECCIONES

Vistas las cosas de este punto de vista, el nombramiento del impresentable Dr. Condori como Ministro de Salud, se aprecia de otra manera. Cerrón, dueño de una franquicia política regional, usó la red magisterial de Pedro Castillo, extendida por todo el país, para poder presentarse en elecciones nacionales. Ahora, los profesores ya se independizaron y lograron su propia franquicia. Por lo tanto, para el futuro, Cerrón necesita una nueva herramienta que le permita tener presencia nacional. El Ministerio de Salud, le da esa gran oportunidad. Tendrá presupuesto y cargos públicos disponibles para armar su soporte en las próximas elecciones. Que para ello haya escogido un canalla, qué, diciéndose luchador popular, lucraba con aquellos de poco acceso a la cultura para que compren por U$S 75 un frasquito de agua con sabor a fruta, para Cerrón, no tiene mayor importancia.

La actual pasividad de la población permite la política que tenemos actualmente. Cuando surjan movilizaciones importantes tanto de trabajadores, de la  juventud como de las mujeres, recién podremos ver como se rompen estas trenzas y puedan surgir políticos y gobernantes que realmente representen al pueblo.

Silvio Dragunsky Genkin

Febrero de 2022

Silviodragunsky.blogspot.com


Comentarios

  1. Carlos Entraigas López21 de febrero de 2022, 4:02

    Claro, conciso y coherente como todos los artículos de Silvio Dragunsky

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