¿OTRA VEZ REVISAR LAS PENSIONES?
Las
personas envejecen, es inevitable y también, cada vez más frecuentemente pasan
periodos sin trabajo. ¿Qué va a pasar con ellas? ¿Alguien las tiene en cuenta?
¿No será que el Estado las considera descartables?
Nuevamente,
el Congreso, decidió, por enésima vez, modificar los sistemas previsionales del
Perú.
Recordemos
que los varios intentos anteriores, que no fueron pocos, no lograron ningún
cambio significativo.
Trataremos
de analizar las causas:
En un
artículo anterior, expliqué que:
“El
sistema previsional peruano tiene varios problemas, pero los centrales, los que
claramente lo ubican a la cola de Latino América, son tres
a) Solo acceden a la jubilación muy pocas personas (baja
cobertura)
b) Los pocos que se jubilan reciben, en promedio,
ingresos muy bajos, que no les alcanzan por una vida digna (remuneraciones
insuficientes)
c) No
se autofinancian. Requieren transferencias del Estado, que, a su vez, tiene
ingresos insuficientes. (Poca sostenibilidad)
De
una población Económicamente Activa (PEA) del orden de 17 millones, aportan 3.5
Millones al S.P.P. y 1.5 Millones al S.N.P., es decir, contribuyen solo 5.0
Millones, menos del 30% de la PEA.
Esto
que de por si es muy malo ya que deja al 70% de los mayores fuera de cualquier
sistema previsional, no es lo único. Además, según el Boletín Estadístico de la
ONP, menos del 10% de los aportantes de más de 60 años al SNP cumple con 20
años de aportes indispensables para jubilarse”
Recordemos
que la historia de los sistemas de jubilación, que tiene alrededor de 150 años
y está vigente en el mundo entero, están concebidos como remuneración diferida.
Es decir, los trabajadores y empleadores “ahorran” mientras se tiene la
capacidad de trabajar, para devolver ese dinero cuando llegue la vejez o la
incapacidad.
El
drama, ya no problema, es cuando, revisando la realidad, vemos que no más del
10 o 15% de la población activa, logra cumplir con los “ahorros” suficientes.
Por lo tanto, la pregunta que surge inmediatamente es ¿de dónde sacamos la
plata para atender al 85 o 90% restante?
Visto
así, el tema de sistema de reparto o de capitalización; fondo común o cuentas
nocionales; sistema único o multipilar, etc., pasan totalmente a segundo plano.
El problema central es como se financia cualquier modalidad que se adopte. Encontrada
la fuente financiera, ya podremos elegir el sistema más adecuado a adoptarse.
En
el mundo han surgido diferentes alternativas de todo tipo, capital semilla,
impuesto a los celulares y varios otros.
La
comisión del Congreso propone que el 1% del IGV se destine a cuentas
individuales. Ya muchos especialistas han coincidido en que la suma que pueda
acumularse es irrisoria y no cubrirá ninguna necesidad.
Un
proyecto sobre jubilaciones que no incluya proyecciones de cuantas personas serán
atendidas ahora, a 10, 20 o 30 años en el futuro; magnitudes de las
prestaciones; costo total y fuente de recursos, no merece ser llamado como tal.
Es solo conversación poco útil
A
su vez, el Estado, llamado a resolver el problema, dice que con menos del 15%
de presión tributaria, tiene muy poca plata para contribuir con este tema, como
tampoco tiene para atender las gravísimas carencias en salud, educación,
vivienda y demás.
En
consecuencia, lo más probable, es que después de largas discusiones y mucha
publicidad no se resuelva nada, tal vez se apruebe una ley que no será
aplicable por falta de recursos o salga una ley declarativa como tantas que
hay, que en el fondo no resuelvan nada significativo.
EL ESTADO ESTÁ LIQUIDANDO LA PREVISIÓN SOCIAL
Por
si fueran poco todas estas desgracias, el Congreso desnaturalizó el sistema de
capitalización, diseñado para cubrir exclusivamente los riesgos de jubilación,
invalidez, pensión de sobrevivencia y gastos de sepelio para extenderlo a la
cobertura de riesgos contingentes. Así es que se aprobaron 7 (si, siete) retiros
porque “la gente los necesita”. Hoy día, el SPP se ha transformado en un sistema de capitalización para usos múltiples.
Me
permito suponer que, en verdad, este es un nuevo intento de reactivar la economía
con el dinero para cubrir las necesidades de las jubilaciones de la población
Es
decir, se destinan los ahorros para cubrir la vejez de millones de personas
para atender los requerimientos de dividendos del balance de fin de año de las
corporaciones.
Parece
que esos miles de millones de soles no les alcanzan. También liberan la
Compensación por Tiempo de Servicios. El virtual fondo de desempleo, destinado
a cubrir los eventuales periodos de falta de trabajo, también se podrán gastar
ahora.
Para
el sector empresarial, esta medida tiene también un efecto importante. No hace
falta aumentar los sueldos porque el CTS se transforma en un sueldo anual más y
da un poder de compra adicional a la remuneración habitual.
Ahora
bien: Las personas envejecen, es inevitable y también, cada vez más
frecuentemente pasan periodos sin trabajo. ¿Qué va a pasar con ellas? ¿Alguien
las tiene en cuenta? ¿No será que el Estado las considera descartables?
Estas
son los verdaderos interrogantes que están actualmente sobre la mesa y no
parecen merecer la atención de nadie.
Silvio
Dragunsky Genkin
Lima,
22 de mayo 2024
Silviodragunsky.blogspot.com
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