NUEVA EVALUACION DE LOS SISTEMAS PREVISIONALES
NUEVA EVALUACION DE LOS SISTEMAS PREVISIONALES
Los 3 problemas centrales, baja
cobertura, remuneraciones insuficientes y poca sostenibilidad, apreciamos que
el común denominador es el de los aportes insuficientes.
Viendo el problema desde esta dimensión,
las dificultades del sistema jubilatorio no radican en quien o como lo
administra, sino que el mercado laboral es reducido e insuficiente tanto en
número de puestos formales como en monto de remuneraciones
Días pasados el D.S. 081-2022-PCM creó la enésima comisión
para evaluar los sistemas previsionales del Perú y proponer las reformas
necesarias. La novedad en este caso es que este organismo está formado por
representantes del P.E y no como los anteriores cuyos miembros correspondían al
P.L.
El sistema previsional peruano tiene varios problemas, pero los centrales, los que claramente lo ubican a la cola de Latino América, son tres
a) Solo acceden a la jubilación muy pocas personas (baja cobertura)
b) Los pocos que se jubilan reciben, en promedio, ingresos muy bajos, que no les alcanzan por una vida digna (remuneraciones insuficientes)
c) No se autofinancian. Requieren transferencias del Estado, que, a su vez, tiene ingresos insuficientes. (Poca sostenibilidad)
De una población Económicamente Activa (PEA) del orden de 17
millones, aportan 3.5 Millones al S.P.P. y 1.5 Millones al S.N.P., es decir,
contribuyen solo 5.0 Millones, menos del 30% de la PEA.
Esto que de por si es muy malo ya que deja al 70% de los
mayores fuera de cualquier sistema previsional, no es lo único. Además, según
el Boletín Estadístico de la ONP, menos del 10% de los aportantes de más de 60
años al SNP cumple con 20 años de aportes indispensables para jubilarse.
En el SPP no hay razones para suponer que las cosas sean
diferentes. Además, más de 2 millones de afiliados han retirado todos sus
fondos, por lo que, para una cantidad por demás significativa de personas, sus
ahorros previsionales no le alcanzarán para una jubilación que le permita
sobrevivir.
Viendo el problema desde esta
dimensión, las dificultades del sistema jubilatorio no radican en quien o como
lo administra, sino que el mercado laboral es reducido e insuficiente tanto en
número de puestos formales como en monto de remuneraciones.
Los que aportan son muy pocos, la inmensa mayoría de la
población trabaja en la informalidad. De los que tienen la fortuna de tener un
trabajo formal, gran parte de ellos tiene un trabajo precario, temporal, que
alterna tiempos de estar en planilla, con sus respectivos aportes y otros de
informalidad o simplemente desocupación.
Por último, las remuneraciones en nuestro país son, en
promedio muy bajas, lo que impide tener aportes suficientes que permitan
financiar un sistema previsional.
En consecuencia, cualquier reforma para que sea de alguna
utilidad, no puede limitarse a modificar quienes o como se administran los
fondos. La solución implica necesariamente que el Sistema Jubilatorio cuente
con mucho más dinero.
En las jubilaciones hay solo tres participantes: Los Trabajadores,
Los Empleadores y el Estado. Por lo
tanto, los recursos solo pueden provenir de uno o más de estos partícipes.
En consecuencia, para buscar alguna solución, se requiere una o
varias de estas alternativas: que se combata enérgicamente la informalidad y se
obligue a aportar a todos aquellos que reciben algún pago de alguna institución
formal; que se aumenten los descuentos a los trabadores; que se cree un aporte
patronal, que se estimulen los ahorros voluntarios o que se disponga que el Estado destine un presupuesto específico para
financiar las jubilaciones, caso contrario, ninguna de las reformas que
eventualmente se hagan tendrán ningún efecto importante.
Es necesario destacar que en los considerandos del D.S. en
mención, se hace presente que las propuestas no pueden afectar la sostenibilidad
fiscal. En otras palabras, el Estado ya pone por delante que ellos no aportaran fondos frescos.
Tenemos que tener en cuenta que la recaudación fiscal en
nuestro país es de poco más o menos 14-15% del PBI, absolutamente insuficiente
para atender los requerimientos de salud, educación o vivienda, solo para
mencionar algunas necesidades básicas hoy insatisfechas.
En conclusión: Para mejorar de verdad el sistema jubilatorio
es prerrequisito combatir la informalidad de verdad, aumentar aportes de los
trabajadores, crear aportes patronales o incrementar los impuestos. Cualquiera
de estas medidas es evidentemente impopular y resta votos para las siguientes
elecciones. Esta es la razón de fondo por la cual se siguen creando “comités”,
se continúan haciendo “evaluaciones” pero al final no se resuelve nada.
Silvio
Dragunsky Genkin
Past presidente
del Comité de
Empresas
Bancarias y AFP
Cámara de Comercio de La Libertad
Julio 2022
silviodragunsky.blogspot.com
Comentarios
Publicar un comentario