LOS OSCUROS NUBARRRONES NO TERMINAN DE DESPEJARSE

 

LOS OSCUROS NUBARRRONES NO TERMINAN DE DESPEJARSE

El reciente pedido de vacancia (destitución) del presidente Castillo solicitado por los tres partidos de la extrema derecha ha terminado en un sonoro fracaso.

No han podido arrastrar más que a tres congresistas de partidos centristas, lo que no les alcanzo siquiera para que la moción entrase a debate en el Congreso.

La falta de definición de objetivos políticos, la designación de impresentables para altos cargos del estado, muchos de ellos con prontuarios policiales más significativos que sus curriculum, la ausencia absoluta de comunicación y algunas fuertes sospechas de corrupción en entornos cercanos del presidente, han abierto flancos para que la oposición lo ataque sin piedad.

En cuatro meses, ya ha tenido 2 presidentes del Consejo de Ministros, ha cambiado 11 ministros y un número importante de altos funcionarios. En la mayoría de los casos, las modificaciones no fueron solo de personas, sino significaron virajes políticos muy notorios. Reitero, en solo cuatro meses.

En general, podemos decir, que los ataques recibidos, además del desgaste político que representaron, lo fueron obligando a variar su posición original basada en la izquierda con fuerte influencia de Cerrón, a un centro izquierda de tipo social demócrata más o menos próxima a una dirigente como Verónica Mendoza.

Este intento de remoción, es probable que lo obligue a volver a cambiar ministros para acercarse más al centro y lograr en el Congreso, los votos de Acción Popular y de Alianza para el Progreso, el partido de Cesar Acuña.

EL EQUILIBRIO INESTABLE

• ·         El actual gobierno de Pedro Castillo sigue siendo muy débil. Mucho más aún cuando la bancada “oficialista” se partió entre un grupo seguidor de Cerrón y otro de profesores a favor del presidente. Los “cerronistas” han decidido apoyar la continuidad de Castillo apenas dos días antes de la votación.
• ·         El temor del establishment que deponer a Castillo origine un levantamiento popular. Un año atrás, la vacancia de Vizcarra provocó la más importante movilización en el Perú en muchas décadas, la misma que impuso la caída de Merino en apenas 5 días y de ahí su apodo de “El breve”. Ahora se supone que la revuelta no sería tanto urbana como rural y andina, que son los sectores en los que el apoyo electoral a Castillo ha sido más fuerte.
• ·         Falta de acuerdo acerca de quién se debe hacer cargo del poder si lo destituyen a Castillo. Hecho agravado porque sectores importantes de la “economía negra”, informales e ilegales, ahora pretenden tener posiciones importantes de gobierno.
• ·         El hecho que a la cabeza de la oposición se encuentre la Derecha más recalcitrante cuya bandera es el racismo apenas disfrazado de un “anticomunismo” que haría envidiar al viejo Senador Maccarthy de EE. UU. No tienen manera de resignarse que un campesino pobre sea presidente.
• ·         Más aún, los dirigentes de este sector son personajes muy desprestigiados, como Keiko Fujimori, en vísperas que el Poder Judicial admita a juicio oral un pedido del Ministerio Público de 30 años de prisión por lavado de activos, defraudación y otros temas más y Rafael López Aliaga, llamado popularmente Porky, dirigente de un movimiento neofascista, a la derecha de Bolsonaro, empresario con una serie de cuestionamientos y con importantes deudas con el fisco.

La dinámica más probable es que la derecha continúe su ofensiva prosiguiendo con el desgaste del gobierno hasta que consideren que su remoción no provocará mayores consecuencias. Este intentará desarrollar su curso hacia el centro, hasta que los centristas decidan abandonarlo y volcarse a la derecha para apoyar en algún momento el nuevo pedido de vacancia que sin dudas se volverá a presentar.

Contra lo que parece a primera vista, Castillo, cuanto más vire hacia el centro político, más cerca estará de la destitución. Sus supuestos nuevos “amigos”, una tarde cualquiera lo abandonarán y ya perdida su base social de apoyo, quedará tan solo que ni siquiera tendrá perro que le ladre.

La única posibilidad de sobrevivencia que tiene Castillo, según mi apreciación, es llamar a que sus votantes se movilicen activamente para sostenerlo en el poder e intentar cumplir sus promesas de campaña, de esa manera podría lograr un sostén que le permita terminar su mandato.

Silvio Dragunsky Genkin

Lima, 13 de diciembre de 2021

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