LA NUEVA POLÍTICA PERUANA EN LA POSPANDEMIA



LA NUEVA POLÍTICA PERUANA EN LA POSPANDEMIA

             (o como la política se trasladó a los Barracones)


Con ello, vemos el surgimiento y desarrollo de la expresión política de los “emprendedores” marginales, de aquellos que viven fuera de las estructuras políticas y económicas del Estado, que tienen más peso específico en provincias que en Lima, ya que muchas de esas actividades están vinculadas a la producción de materias primas que se dan, sobre todo, en el interior.

 Así es que estos “nuevos políticos”, con el mismo desprecio que tienen por las leyes e instituciones en su vida cotidiana y la de sus representados, al llegar al Congreso y sentirse con poder, ese sentimiento los hace creer omnipotentes, pueden hacer lo que se les antoja, sin ninguna limitación, por ejemplo, echar a un presidente.

 

Estamos viendo con sorpresa u horror que la fragmentación del Congreso, con 9 bloques y según los especialistas 17 facciones, ha provocado, primero, que un problema menor y sórdido, de un mal cantante de música popular , egocéntrico, mitómano y probablemente delirante, mezclado con una secretaria que graba conversaciones con su jefe, el Presidente de la República, más el Presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso, quien fuera destituido del cargo de Contralor General de la República acusado de peculado, incremento patrimonial no justificado y algunas otras cosas, con riesgo de pasar 15 o 20 años en prisión, han creado una crisis que pudo llegar a terminar en el derrocamiento del Presidente de la República.

Ahora, una denuncia sobre posibles coimas entregadas por empresas constructoras, culminó con su destitución y la asunción del mando por parte del presidente del Congreso.

La pregunta que nos hacemos todos es ¿Cómo y porque pudimos llegar a esta situación? ¿Cómo es que cada Congreso es tanto peor que el anterior?

Mi opinión es que el Perú está cambiando y más rápido de lo que nos damos cuenta. En un país que solo el 30% de la PEEA tiene un empleo formal, el otro 70% de algo tiene que vivir. Es así que en los últimos 20 años (seguramente más) pero especialmente después de finalizado el boom del precio de los minerales, las actividades más lucrativas y que dan mucha ocupación son las informales y las directamente ilegales. Cultivo, producción y tráfico de drogas, minería ilegal, especialmente aurífera, tala ilegal de madera, transporte informal, educación de mala calidad, ocupación ilegal de terrenos, defraudación sistemática del patrimonio estatal, blanqueo de dinero de estas y otras actividades y varios etc. más.

Muchas veces se piensa que esto es producto de distintas mafias que lucran con cada actividad, pero es mucho más que eso. En verdad, son ramas de producción económica que cada una de ellas da trabajo y de que vivir a miles y miles de familias.

Para que puedan existir y prosperar, dada su naturaleza ilegal y muchas veces delincuencial, es indispensable contar el con apoyo o por lo menos “buena voluntad”, de policías, jueces, fiscales y autoridades políticas. Por tanto, no solo están fuera del aparato institucional del Estado, sino que son activos “desinstitucionalizadores”, es decir tratan, activamente, de desactivar a todas las entidades que cumplan alguna función de control.

Dentro del proceso de debilitamiento de instituciones, lo que vemos en la representación política es la desaparición de los partidos políticos tradicionales y el surgimiento de organizaciones privadas electorales ya no nucleadas por ideales o doctrinas como antaño, sino por intereses económicos concretos. Muchas de ellas organizadas ya no tras una “Doctrina patriótica” o un “Caudillo inspirador”, sino por un dueño que financia la actividad electoral con el objetivo inmediato de proteger y hacer prosperar sus negocios.

Con ello, vemos el surgimiento y desarrollo de la expresión política de los “emprendedores” marginales, de aquellos que viven fuera de las estructuras políticas y económicas del Estado, que tienen más peso específico en provincias que en Lima, ya que muchas de esas actividades están vinculadas a la producción de materias primas que se dan, sobre todo, en el interior.

Seguramente, esta sería la explicación porque en el actual congreso, la mitad más 3 (68 congresistas) tengan procesos penales abiertos o en curso en el Ministerio Público y uno de ellos, nada más y nada menos que el presidente de la Comisión de Presupuesto, tenga sentencia de cárcel firme en segunda instancia y nadie parezca haberlo notado.

Así es que estos “nuevos políticos”, con el mismo desprecio que tienen por las leyes e instituciones en su vida cotidiana y la de sus representados, al llegar al Congreso y sentirse con poder, ese sentimiento los hace creer omnipotentes, pueden hacer lo que se les antoja, sin ninguna limitación, por ejemplo, echar a un presidente.

Es más, en su cultura, que algunos llaman “Chicha” o “Combi”, otros le dicen “Cultura de la Pobreza” o también “Lumpen”, uno de sus rasgos mejor definidos es “vivir el presente”, la falta de perspectiva en el futuro, la nula capacidad de prever el mañana. En consecuencia, cuando de temas económicos se trata, lo primero que intentan hacer es gastar todo ahora, mañana…. Dios proveerá.  Eso es lo ellos conciben, además, suponen que les agradará a sus electores.

Si esta apreciación fuese correcta, el “programa de gobierno” está claramente definido desde ahora: Tomar por asalto el Presupuesto Nacional y  todas las instituciones que les facilite ganar la máxima cantidad de dinero en el menor plazo posible. Solo como ejemplo, habría muchísimos más, por supuesto, rehabilitar las casi 50 universidades clausuradas por estafar a sus alumnos, reducir el control sobre el transporte, eliminar las restricciones ambientales para permitir la minería y la tala de madera sin control, limitar las facultades de la Contraloría General de la República y muchos etc. más.

Para lograrlo, será indispensable contar no solo con ministros dóciles, sino también con Tribunal Constitucional “complaciente”. Esa y la ambición desmedida de cada uno de los distintos sectores de lo que bien se podría llamar “La Banda”, podría ser una de las explicaciones de la demora en el nombramiento del Gabinete ministerial. (esto está escrito el miércoles 11) Es de suponer que ningún político o técnico que tenga un prestigio bien ganado y no lo quiera perder, acepte encargo alguno de un gobierno de este tipo.

Mientras tanto, los grupos corporativos más importantes que han tenido tradicionalmente el mando del Estado que en los últimos años habían apostado por el Fujimorismo y también por PPK, han perdido momentáneamente el control del Gobierno y no se aprecia, en este momento, como harán para recuperar el poder de decisión que históricamente han tenido. Probablemente intentarán cooptar a algunos grupos que, en todo caso, serían inestables y no les aseguraran el manejo fluido de las riendas del Estado.

Para los ciudadanos de a pie, como nosotros, la única manera de ejercer control será mediante la movilización de los sectores que mejor comprendan el peligro que representan no solo los presentes congresistas, sino también los futuros, los que surjan en las próximas elecciones del año venidero.

La presencia activa de la juventud asqueada por la corrupción masiva de las autoridades, hizo posible que actualmente todos los ex presidentes vivos, sin excepción, están o han estado presos, sujetos a juicio o ya condenados.  Hay decenas de gobernadores regionales o alcaldes presos o prófugos. Han destituido y/o procesado a todo el Concejo Nacional de la Magistratura, a varios Fiscales Supremos, a algunos miembros de la Suprema Corte de Justicia o de Cortes departamentales y hay algunos ex congresistas presos y/o procesados.

Si bien hoy día la pandemia no ayuda a tener presencia en las calles, hemos podido apreciar que, de manera espontánea, numerosos grupos de jóvenes han salido a la calle a expresar su repudio. De ellos y el resto de la “sociedad civil” dependerá que se les haga entender que también las tropelías tienen límites. Mientras tanto, el trabajo de las redes sociales, los foros y demás medios de comunicación deberán hacer conciencia de la situación en la que nos encontramos y hacerles sentir a estas “autoridades” que no deben ni pueden sentirse impunes.


Silvio Dragunsky Genkin

Silviodragunsky.blogspot.com

sdragunsky@gmail.com

Noviembre 11, 2020

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