DERRIBANDO MITOS: EL PROMEDIO DE PENSIONES
DERRIBANDO MITOS: EL PROMEDIO DE PENSIONES
Todos los especialistas al evaluar
los sistemas previsionales del Perú, toman como ciertas las cifras de pago de
pensiones promedio publicadas ya sea por la ONP para el sistema de reparto o la
SBS para el sistema de capitalización individual, que actualmente están en el
orden de S/ 650 para el primer caso y S/ 1 100 en el segundo.
Para todo el mundo es “data dura”. Sobre
estas cifras se hacen análisis y se sacan conclusiones. “Eso es “, no hay
discusión. ¿Esto será cierto….????
Veamos más de cerca estos números
Cuando comparamos dos objetos o dos
números, partimos de la base que tienen elementos homogéneos, que en cierto
sentido, el del análisis que estamos haciendo, los hacen comunes.
El promedio de pensiones en el SPP es
la sumatoria de todas las pensiones pagadas, ya hechos los cambios de moneda
del caso para contabilizar las pensiones en dólares a su equivalente en soles,
dividido entre todos los pensionistas. Es una operación aritmética
sencilla. En este caso, están incluidos
todos los que tienen una pensión, así hayan cotizado uno, dos, cinco o 25 años.
Se supone que aquellos que por cualquier razón aportaron poco tiempo, tienen un
haber pensionario menor. Puede ser que hayan vivido en el exterior mucho tiempo
o que hayan sido informales la mayor parte de su vida, si se afiliaron al SPP y
cotizaron el tiempo que sea tienen derecho a obtener una jubilación por el
tiempo aportado.
En el Perú, con 70% de informalidad,
este grupo de personas, por desgracia, es importante. En consecuencia, la
inclusión de este grupo de jubilados a la estadística general, es de esperar
que rebaje de manera significativa el promedio.
En cambio, en la ONP, que administra
el Sistema Nacional de Pensiones, sólo se incluyen a los afiliados que han
obtenido un derecho jubilatorio, es decir, que han cumplido con los requisitos
para jubilarse.
Estos son: Haber cumplido con la edad
requerida y además haber aportado no menos de 240 mensualidades (20 años) al
SNP. Pero esto no es todo, solo el
principio. La ONP no tiene registros
personalizados de los aportes, por tanto, aquel que solicita la jubilación,
tiene que demostrar, con documentos en mano, que trabajó y aportó el tiempo que
dice haberlo hecho. Pero el caso es que luego de 25, 30 o 35 años, hay muchas
empresas que desaparecieron, otras que retuvieron y se quedaron con los aportes
o simplemente perdieron sus archivos y no pueden certificar las cotizaciones.
Estos trabajadores si no logran los documentos en los que consten los aportes,
pierden la jubilación.
Pero no es todo, hay más. Para que un
aporte sea contabilizado como válido por la ONP, tiene que ser sobre un monto
igual o mayor a la Remuneración mensual mínima vital vigente a la época del
pago. Por tanto, los trabajadores temporales, destajeros o por la razón que
fuera, que en algunos meses no llegaron a ganar la RMV, dicho mes no suma a su
tiempo requerido para jubilarse.
Tiempo atrás, los estudiosos del
tema, calculaban que el 30% de los aportantes al SNP no lograban cumplir con
los requisitos exigidos y, en consecuencia, no tenían derecho a pensión alguna.
Desde hace varios años, los
especialistas llevan ese porcentaje al 50%.
Es decir, la mitad de los aportantes al SNP, perderían en el camino, su
derecho jubilatorio. La jubilación resultante de este grupo es S/. 0.
Por lo tanto, cuando la ONP obtiene
su promedio, se refiere, únicamente, a aquellos que obtuvieron su pensión y no
incluye a los demás, porque ni siquiera los registra. La gran mayoría no inicia el trámite que sabe
que es inútil y a los pocos que se presentan, simplemente en ventanilla le
rechazan la solicitud. Es necesario precisar qué de este modo, aquellos que no
completan los 240 meses de aportes con los requisitos señalados; para la ONP y
las estadísticas oficiales son invisibles, no existen, no tienen nombre, ni
número. No hay manera ni de identificarlos y menos de cuantificarlos.
Por otro lado, también se derrumba el
mito que en el SNP existe una pensión mínima. Esta funciona para quienes cumplen
requisitos establecidos. Para el resto, que puede ser la mitad de los
aportantes, no hay pensión alguna.
Si la ONP incluyera en su promedio a
todos aquellos que aportaron, pero no les toca nada, seguramente la pensión
promedio se reduciría notablemente.
Conclusión
La comparación fría entre los S/. 1
100 del SPP y los S/. 650 del SNP, ocultan las diferencias sustanciales en los
universos incluidos en sus cálculos. Si se hiciera el análisis en el SPP de las
pensiones sólo de aquellos que han aportado 20 años o más, encontraríamos,
seguramente, una cifra muchísimo mayor a lo esperable. En cambio, si en el SNP se pudiera calcular
el promedio incluyendo a aquellos que perdieron su derecho jubilatorio, las
cifras serían muchísimo peores a las ya deficientes que paga en la actualidad.
SDG
Enero de
2020
silviodragunsky.blogspot.com
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